¿Cómo se trata la pérdida de audición?
Para diagnosticar la pérdida de audición en adultos, basta con un examen audiométrico, mientras que en los bebés deben realizarse pruebas más complejas, como los potenciales evocados. En función del tipo de pérdida auditiva, se podrá determinar el tratamiento más adecuado para el paciente. Una vez que se ha diagnosticado la forma transmisiva, hay que tratar la causa, e incluso esto no siempre es fácil. En las formas catarrales, utilizamos fármacos (como antihistamínicos, cortisona, sprays nasales, etc.), pero no siempre solucionan el problema, mientras que en las formas debidas a la otoesclerosis, no hay fármacos, sino sólo cirugía.
En otros casos, existen audífonos que pueden utilizarse tanto en las formas transmisivas, cuando alcanzan cierto grado y no pueden tratarse quirúrgicamente, como en las formas neurosensoriales, donde son la única solución. Los audífonos son caros y este es un problema que debe abordarse. Funcionan mejor en las formas transmisivas, peor en las neurosensoriales, pero hay que recordar que en los casos en que las prótesis no son suficientes, incluso en los adultos, es posible un implante coclear. La audición es una de las funciones fundamentales del cuerpo, y la pérdida de audición, si no se trata, puede en algunos casos provocar también un deterioro cognitivo, especialmente en las personas mayores.
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